🔴 #EmergenciaEducativa | Secuestros, balaceras y extorsiones mantienen a miles de estudiantes fuera de las aulas en los distritos más violentos del Ecuador.
La Unión Nacional de Educadores (UNE) denunció que cinco planteles en Guayaquil y Durán han tenido que adoptar la modalidad virtual debido a la ola de violencia que azota estos sectores. Además, reportan que el 60% del alumnado no asiste a clases por falta de garantías de seguridad.
📉 Ausentismo escolar en zonas críticas
- Nueva Prosperina (Guayaquil) y Durán son los distritos más afectados, con 324 muertes violentas registradas en 2025 solo en Nueva Prosperina.
- 3 de cada 5 estudiantes faltan a clases por temor a balaceras, secuestros y extorsiones.
- Escuelas como Fermín Vera Rojas, Dolores Veintimilla y Arnulfo Jaramillo Sierra (Nueva Prosperina), así como Jaime Hurtado González y Matilde Hidalgo (Durán), operan en virtualidad forzada.
💥 Violencia que paraliza la educación
- Secuestro de docentes: Tres profesores fueron retenidos en Nueva Prosperina cuando se dirigían a la escuela El Fortín.
- Balaceras cerca de colegios: Un doble homicidio ocurrió a metros de la escuela Nueva Esperanza, provocando la suspensión de clases.
- Extorsiones a planteles: Delincuentes dispararon contra la escuela Manuel Wolf Herrera para exigir «vacunas».
🚨 Testimonios alarmantes
Gabriela Menéndez, presidenta de la UNE en Guayas, reveló:
«En Durán, los maestros salimos en grupo para tomar el bus o pedimos a compañeros con auto que nos lleven. No podemos arriesgar nuestras vidas.»
Además, lamentó que, a diferencia de la pandemia, ahora no pueden visitar a los estudiantes en sus casas por la inseguridad.
📌 Planteles prioritarios en zonas rojas
El Ministerio de Educación identificó 45 escuelas en sectores críticos, pero no ha implementado medidas efectivas. Entre ellas:
- Monte Sinaí: UE Río Marañón, UE Tránsito Amaguaña.
- Flor de Bastión: UE Fermín Vera Rojas, UE Arnulfo Jaramillo.
- Isla Trinitaria: UE Réplica Guayaquil.
#EducaciónEnRiesgo 🚸 | #SeguridadYa 🛑 | #GuayaquilSOS 🆘
📢 Urge un plan de protección para estudiantes y docentes en estas zonas. ¡La violencia no puede robarles el futuro!